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CAPÍTULO 2

  • andrechicadeporte
  • 7 dic 2015
  • 9 Min. de lectura

Dos manzanas más y habré llegado a mi dulce hogar. Me paro en seco cuando escucho un ruido, el corazón se me acelera y la piernas me tiemblan, cojo el cuchillo que llevo guardado en los pantalones y sigo caminando lentamente. La persona que me sigue acelera el paso y antes de tocarme el hombro me giro y le clavo el cuchillo en la pierna derecha, a continuación giro sobre mi levantando la pierna y asestándole un golpe en la cara, mi oponente cae al suelo y entonces observo bien a la figura que tengo delante. Es una mujer dos palmos más alta que yo, con los ojos marrón miel, la piel bronceada, el pelo lo tiene rubio, ondulado y largo. Va vestida con una camiseta de tirantes y unos pantalones bombachos rasgados por donde le he clavado el cuchillo, me mira y levanta la palma de las manos en son de paz:

-Por favor para, no quiero hacerte daño.- Cojo el puñal y lo clavo más al fondo, la rubia grita de dolor.

-¿Qué quieres de mi?- aflojo el puñal un poco y en ese momento recibo una patada en la cara, que provoca que me empiece a salir sangre de la nariz, me limpio la sangre con la mano y me abalanzo sobre ella. Empiezo a lanzar puñetazos a su cara, pero ella los esquiva ágilmente, me acerco mucho a ella, lo suficiente como para que ella levante su rodilla hasta mi estómago y justo en ese momento cojo el cuchillo que sigue clavado en su pierna y la desgarro más, casi le veo el hueso cuando saco el cuchillo, la empujo hasta un árbol y coloco el cuchillo en su cuello.

-No lo preguntaré una vez más, ¿qué coño quieres?

-Vengo a avisarte.

-Avisarme, ¿de qué?- intenta moverse pero la empujo con fuerza contra el árbol, gime de dolor- ¡contesta!

-¡Te quieren matar!- vuelvo a golpearla contra el árbol, ahora con más fuerza.

-¿Quién?- cierra los ojos y cuando los abre me mira fijamente y coloca sus manos sobre las mías, después de unos segundos las manos me empiezan a arder.

-Eres buena, pero no lo suficiente, si no me sueltas todos tus órganos internos empezarán a arder. Tengo que hablar contigo, pero no permitiré que me humilles.- Siento como mi estómago me quema, el ardor sigue expandiéndose, suelto mis manos de ella y caigo de rodillas al suelo.

-¿Quién eres, cómo has hecho eso?- se acuclilla delante mía y me mira a los ojos.

-Soy Samantha. Y tú aprenderás a hacer lo mismo, usarás la magia negra, pero tienes que impedir que te maten, aguanta solo unos meses y todo saldrá bien.- Agacho la cabeza para recopilar toda la información, cuando la levanto para preguntarle unas cosas a Samantha ella ya no está, pero todavía puedo sentir mi cuerpo arder.

Llego a casa todavía con malestar. Abro el bolsillo pequeño de mi mochila y cojo la llave, la meto en la cerradura y abro la puerta. Saco la llave de la cerradura y escucho un ruido, me giro pensando que Samantha aparecerá detrás mía, pero no hay nadie. De repente dos cuerpos salen volando por la ventana, dos chicos se pelean como si les fuera la vida en ello, unos de ellos coge un cristal de la ventana rota y se lanza a por el otro, este esquiva con mucha agilidad cada golpe que intenta darle, en un movimiento me ve y me sonríe, coge al otro chico por el cuello y le inmoviliza en el suelo.

-Hola Andy- Jason afloja su agarre del cuello de mi hermano, le ofrece la mano y se levanta.

-¡Hermanita!- se acerca a mi y me abraza- ¿qué tal en el instituto?.

-Muy bien- me separo de él- Dilan ¿cómo vas a explicarle esto a mamá?.

-¿El qué?- se gira y observa la ventana- ¡madre mia!

Jason se acerca a nosotros y coloca su mano en el hombro de Dilan.

-Si alguno de los dos consigue ganarme en una pelea cuerpo a cuerpo, yo me encargaré de todo este lio.- Dilan y yo nos miramos y él asiente.

-Empezaré yo.

Dilan y Jason se colocan uno enfrente del otro, mi hermano coloca los puños delante de su cara preparado para pegar un puñetazo y Jason solo se pone firme mirando fijamente a mi hermano.

-Preparados. Listos. ¡YA!

Dilan se acerca rápidamente a Jason y le lanza un puñetazo a la cara, Jason gira su cuerpo a la derecha y lo esquiva sin ningún tipo de esfuerzo, Dilan está a punto de caer pero se estabiliza y lanza una patada, Jason coge su pierna y la retuerce, haciendo que Dilan gire sobre si mismo y caiga al suelo.

Jason se acerca a su cara y susurra:

-Eliminado.- Me mira y sonríe- Te toca preciosa.

Me levanto del suelo, me acerco a Dilan y le ayudo a levantarse, a continuación me coloco enfrente de Jason y le miro directamente a los ojos, no expresan nada, ni satisfacción, ni preocupación... nada. Escucho el inicio de la pelea dado por Dilan y me quedo quieta, no me acerco a Jason, él se ve obligado a acercarse a mi, lo hace sin prisa, observando mi respiración, mis ojos, mi ropa. Está a menos de un palmo de mi.

-Si luchas así, no creo que dures mucho princesa.- Sonríe y se acerca más todavía, solo nos separan dos dedos aproximadamente, rio y le cojo de la cintura eliminando cualquier espacio que hubiese entre nosotros, me mira extrañado y escucho su respiración, su pecho sube y baja rápidamente, inclina su cabeza hacia mi y justo en ese momento...

Su pecho sube y baja rápidamente, inclina su cabeza hacia mi y justo en ese momento pongo mi mano alrededor de su cuello y empujo su cabeza hacia mi rodilla, que sale disparada a su cara, él se retira hacia atrás y escupe la sangre que sale de su boca, detrás mía escucho a Dilan reírse sin parar, me giro para sonreirle y cuando vuelvo a mirar, Jason me placa tirándome al suelo, coloca mis manos encima de mi cabeza y me da un cabezazo en la nariz, gimo por el golpe y le doy un rodillazo en la entrepierna, se quita de encima mío, me levanto y le doy una patada en el estómago, levanta las manos y lo dice:

-Me rindo.- Se levanta y me mira sonriendo- Eres realmente buena.

Sé que no ha hecho mucho esfuerzo por ganar, pero me siento realmente fuerte asique sonrío y abrazo a Dilan.

-Enhorabuena princesa. Yo me encargo de la ventana, ¿a qué hora llega vuestra madre?- nos mira primero a Dilan y luego a mi.

-Dentro de tres horas.

-Genial, puedo llamar a unos amigos míos para que os pongan la ventana en menos de una hora.

Mi hermano y yo asentimos, Jason coge su teléfono y se pone a hablar con sus amigos mientras entramos en casa. Cuando entro la imagen con la que me encuentro es peor que la ventana rota: jarrones rotos, cuadros por el suelo, sofás rasgados...

-¿Pero qué...?- Piso un marco de fotos sin querer y me agacho a cogerlo, lo miro y veo a mi madre abrazada a un hombre, este lleva a un niño en brazos. Sonrío al ver la fotografía, yo no tengo ninguna foto ni con mi padre ni con mi madre, ella nunca se quiso hacer fotos conmigo y a mi padre no tuve oportunidad de conocerle, solo poseo una imagen suya que guardo en mi habitación. Asique a parte de la foto que tengo entre mis manos no hay ninguna más familiar, solo mías y de Dilan.

-La pelea se fue un poco de madre.

-Tenemos que recogerlo antes de que venga mamá o nos meteremos en un buen lío Dilan- nos miramos los dos y enseguida nos ponemos a limpiar. Jason sigue hablando por teléfono, Dilan empieza a barrer toda la casa y yo pongo los sofás bien, algunos están rasgados, asique doy la vuelta a los cojines, cuando termino me pongo a colocar las fotos en sus respectivos sitios. Cuando acabo observo la casa de arriba a abajo, está todo perfecto, incluso la ventana está colocada, miro a través de ella, hacia Jason, que me ve y sonríe, sin poder evitarlo le devuelvo la sonrisa y bajo la cabeza sonrojándome.

-¡Ayuda!- subo corriendo las escaleras cuando oigo a Dilan gritar, abro la puerta de su habitación y le veo mirando hacia el techo.

-¿Qué pasa?- me acerco a él y le toco el hombro, Dilan señala el techo, levanto la cabeza y veo una araña. Miro a Dilan que observa a la araña con cara de pánico y empiezo a reírme, mi hermano es el tipo de personas que pueden luchar con cualquier tipo de monstruo sin tenerle miedo y no puede con una araña.

Me quito la zapatilla, me subo a su cama y mato a la araña con el zapato.

-Si mamá te ve matando a la araña te castiga.- Le miro y le doy un puñetazo en el hombro, ríe.

-La próxima dejo que te pique.

-¿Crees qué me convertiría en una especie de Spiderman?- Rio y le doy un beso en la mejilla, mi hermano tiene veinte años pero muchas veces se comporta como un niño pequeño, pero ese niño pequeño es el único que me mantiene a flote en los peores momentos, él tampoco ha encontrado a su ketai, pero no está preocupado, dice que cuanto más tarde mejor, así puede disfrutar más de la vida. Bajamos al salón, Jason ya no está pero encontramos una nota en la mesa del comedor.

"Mañana a las nueve en pie Dilan"

Dilan suspira y va a la cocina, le oigo rebuscar en la nevera, yo cojo mi mochila y me siento en la mesa del salón a hacer los deberes.

Después de una hora Dilan se ha comido dos bolsas de patas y se ha bebido tres latas de coca cola, a mi todavía me queda estudiar biología. Estiro las piernas por debajo de la mesa y miro la hora, las nueve y cuarto de la tarde, mamá debería haber llegado hacía una hora. Cojo el móvil y marco su número, pi, pi, pi, pi... cuelgo y vuelvo a mirar el reloj, las nueve y dieciséis. Cuando voy a hacer otro intento de llamar a mi madre llaman al timbre.

Me levanto y me acerco a la puerta, bajo el manillar y la abro, delante de mi un chico rubio de ojos verdes me mira apoyado contra el marco de la puerta de mi casa.

-Jake ¿qué quieres?- sonríe y niega con la cabeza.

-¿Por qué sonríes?- le pregunto.

-Te has acordado de mi nombre.- Suspiro, este chaval me irrita.

-¿Qué quieres?- le pregunto de nuevo. Jake me observa de arriba a abajo, me mira y me guiña un ojo.

-He estado pensando...

-¡No jodas!, espera que llamo a la tele, es un notición... ¡Has pensado!- Jake me mira mal y se cruza de brazos, marcando sus pectorales, le miro, puede que demasiado tiempo, el suficiente como para que él se de cuenta y tosa para que yo centre otra vez mi atención en él. Le miro directamente a los ojos, seguramente estaré roja como un tomate, pero no tengo pensado bajar la mirada.

-Bromas a parte, he estado pensando en que tú sabes mi nombre, pero yo no sé como te llamas y eso es injusto.- Le miro pensando que está bromeando y cuando veo la seriedad en sus ojos empiezo a reírme, inconscientemente me cojo de su hombro y sigo riéndome. Él me mira y cuando paro de reírme me dice:

-Tienes una sonrisa preciosa.- Se acerca a mi lentamente, yo no me aparto, estamos muy cerca. De repente oigo un claxon. Me giro hacia el coche que acaba de llegar y veo salir a mi madre con compra bajo los brazos, empujo a Jake y me acerco a mi madre, le cojo algunas bolsas y voy a casa, entro a la cocina y dejo la compra, vuelvo a la puerta y veo a mi madre hablando con Jake.

-Entonces... ¿estás saliendo con mi hija?- Jake ríe y me mira sin dejar de sonreír, agacha la mirada para después volver a fijarse en mi madre.

-Ojala eso fuese cierto señora.- Le miro sorprendida ante su repuesta a la vez que mi hermano asoma la cabeza al escuchar esa frase. Mi madre aplaude contenta, seguro que ya esta pensando en cómo será mi boda. Me acerco donde están los dos hablando y doy un pequeño empujón a Jake para que salga fuera de casa. Jake se despide con la mano de mi madre y luego sigue avanzando hasta llegar a una bici blanca, se gira lentamente hacia mi y se acerca poco a poco, yo también me acerco a él elevando ligeramente mi cuerpo para estar más cerca de sus labios, él se acerca y junta sus labios con mi mejilla. Siento como sonríe sobre mi cuerpo. Cierro los ojos cuando se aparta y se sube a la bici.

-Sé que deseas besarme, es normal, pero hoy ya tengo plan con una chica, a menos que quieras hacer un trío no tengo más tiempo para ti, mañana si quieres te hago hueco en mi agenda.- Me guiña un ojo y sonríe, a mi me arden las manos, que están cerradas en puños al lado de mi cuerpo, me agacho, cojo un trozo de cristal que no se ha limpiado y se lo clavo en la rueda trasera, Jake grita y rasgo la otra rueda, río y me acerco a su oído.

-Me parece que al final hoy te quedas sin trío y sin nada.

Le guiño un ojo imitando su acto anterior, me giro y siento una mano sobre mi brazo que hace que gire bruscamente, después todo pasa muy rápido. Veo a Jake realmente enfadado, con su mano me atrae hacia él y junta sus labios con los míos, intento apartarme pero pasa su brazo por mi cintura y me aprieta más contra él. Con la mano que tengo libre le toco el abdomen deslizándola hasta su espalda, él pone más pasión al beso, meto mi mano por debajo de su camiseta... y cogiendo sus calzoncillos tiro de ellos con fuerza hacia arriba haciendo que Jake de un grito y se separe de mi rápidamente.

-No vuelvas a hacer eso- le doy un guantazo en la mejilla y entro en mi casa dejando a un dolorido, tanto física como mentalmente, Jake.


 
 
 

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